La arcilla polimérica es una pasta para modelar sintética, compuesta por cloruro de polivinilo, más comúnmente conocido como PVC. Es en definitiva una arcilla plástica, muy flexible y fácil de trabajar.
Actualmente en el mercado existen una gran variedad de marcas y cada una de ellas con sus particularidades, colores y tiempos de horneado. Lo que casi todas las arcillas poliméricas tienen como característica común es que son aptas para ser cocinadas en hornos convencionales, los mismos h0rnos en los que cocinamos y calentamos la comida hogareña. Debido a su flexibilidad y suavidad, se puede dar forma y remodelar tantas veces sea necesario, sin que la textura del material se vea deteriorado.
Para que se conserve en buenas condiciones, no hay que exponer el producto a calor excesivo y la luz solar directa; puede estar empaquetada durante años y aún así se puede volver a utilizar sin inconvenientes. En casos muy extremos donde su composición sea muy dura o difícil de amasar, se pueden utilizar diluyentes y suavizantes que ayudan a recuperar la flexibilidad en pocos minutos
Una de las principales diferencias entre la arcilla polimérica y la porcelana fria y arcilla de secado al aire es que tiene que ser cocida en un horno para que se seque y adquiera solidez. No se secará a temperatura ambiente como la porcelana donde se debe esperar entre 24 y 48 horas para que se endurezca y los trabajos queden terminados.
Otra característica de este material es que se trabaja a temperaturas significativamente más bajas que las arcillas de tierra, por lo que puede endurecerse fácilmente en un horno doméstico o en un horno tostador a 125° - 130°c por 20 minutos aproximadamente. Cabe aclarar que las temperaturas pueden variar según las marcas y los componentes químicos que tenga cada una de ellas. Una vez cocida, la arcilla polimérica es sólida y sorprendentemente duradera. Se la puede pintar, lijar, adornar y pegar con pegamento de contacto y no perderá la calidad.
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